Del Valle señala “siempre cuando entro a una vivienda mi cabeza se pone a rediseñar los espacios, votando muros, abriendo nuevas ventanas, optimizando, para ganar luz y mejorar el hábitat. Quizás por ello, sin ser arquitecto, me han encargado el diseño de varias casas y la remodelación o reforma de muchos pisos. Disfruto explorando el lugar donde voy a diseñar una casa, las características del terreno y su flora nativa, el clima de la zona, sus vistas y su luz. También me fijo en el estilo de vida y los perfiles de quienes me hacen el encargo, y muchas veces cuando son parejas, debo mediar y conciliar intereses contradictorios. Pido siempre en mis proyectos libertad para hacer cambios en el proceso, pues cuando se levantan los cimientos y los primeros muros, uno descubre cosas que en el ordenador no ve, surgen nuevas ideas…”.

En sus proyectos Del Valle suele diseñar techos curvos, a veces como una sucesión de olas de mar, espacios comunes de doble altura, vistas con grandes ventanales, zonas con líneas de pequeñas ventanas que regulan el ingreso de la luz manteniendo la privacidad. Y señala “siempre priorizo la vida y disfrute interior de la vivienda, por sobre su forma escultórica exterior, siempre lo interior por sobre lo exterior”.